miércoles, 30 de junio de 2010

Ricardo León: La Brújula





No lo tuvo fácil Ricardo para llegar a ser profesional del fútbol. Esto puede resultar sorprendente si atendemos a su rendimiento en estos últimos años. Fue David Amaral (padre futbolístico de la mayor parte de canteranos que se han asomado al primer equipo en estos últimos años) quien en la temporada 2005-2006 le dio el bastón de mando del primer equipo al canterano, justo en el límite de poder dar el salto al primer equipo siendo amateur, ya que contaba con 23 años. A partir de este momento no ha dejado de crecer como futbolísta y nadie en la isla discute la importancia de su concurso en el proyecto "Arconada", que debe ser el que nos devuelva a la élite.

Si atendemos exclusivamente a sus cualidades como jugador de fútbol, destaca por encima de cualquier otra su facilidad para dar salida al balón de forma limpia. Acostumbrados en estos últimos años a la figura del medio defensivo, capaces de recuperar balones con fácilidad, la misma facilidad que para perdelos; es un lujo poder tener a un jugador por delante de la defensa que domine la suerte del pase de forma tan eficiente, lo que permite al equipo batir líneas con sencillez. Su repertorio es bastante amplio, manejando todos los registros (pase corto, medio, largo, en horizontal, vertical..) dependiendo de las circunstancias. Es la misma inteligencia que le permite elegir el pase correcto atendiendo a lo que requiera el partido en cada momento, lo que le permite dotar al equipo de equilibrio en la fase defensiva a través de una buena ocupación de los espacios, siendo un notable recuperador de balones a pesar de no tener unas grandes condiciones físicas.

A su buenas condiciones para el manejo de balón, se debe unir su buen golpeo de balón, lo que le ha llevado a anotar goles de bellísima factura. Eso sí, este debe ser unos de sus aspectos a mejorar ya que no se prodiga en el tiro sobre portería todo lo que atendiendo a sus caraterísticas debería.

Con todo ello, Ricardo debe ser la brújula del nuevo proyecto blanquiazul, para desde el centro del campo guiar de nuevo al equipo hacia la primera división.

sábado, 26 de junio de 2010

Ghana: UN EQUIPO

Puede parecer oportunista escribir sobre la selección de Ghana a estas alturas del Campeonato del Mundo. Entiendo, sin embargo, que puede resultar interesante desgranar las posibles claves que la han llevado a estar entre los ocho mejores combinados del Mundo. Alejándonos por tanto un poco de la dictadura de los resultados, podemos concluir que Ghana se comporta sobre el terreno de juego mas como un equipo que disputa un campeonato doméstico que como una selección nacional, donde el tiempo para poder conjuntar a los futbolistas de manera eficaz es escaso. Muy pocas selecciones pueden presumir de tener un comportamiento colectivo sin dudas y con tan pocas fisuras.

De sus cuatro encuentros en lo que llevamos de Mundial sacamos conclusiones interesantes:

En primer lugar podemos destacar la relación tan estrecha existente entre su fase ofensiva y defensiva, lo que le permite recuperar balones en lugares del terreno de juego cercanos a la portería contraria, facilitándole su transición defensa-ataque. Esta situación viene propiciada por el hecho de que si el rival trata de iniciar el juego combinando desde su defensa, el equipo africano no repliega hasta su campo, sino que mantiene en campo contrario a sus atacantes y medios para así impedir al contrario iniciar el juego desde atrás sin que exista un riesgo importante de perder el esférico. A la recuperación de balones ayuda de forma importante la potencia física de sus futbolistas que le permite ganar con frecuencia los duelos directos con sus rivales.

En caso de que el rival consiga superar esa primera línea de presión, bien con envíos largos o por una buena circulación de balón rápidamnete acortan las distancias verticales entre sus líneas, y las horizontales entre los miembros de cada línea cerrando las posibles líneas de pase interior. Además los movimientos de repliegue de la última línea son muy inteligentes evitando los desmarques de ruptura de los atacantes rivales en función del lugar de la pelota y las posibildades de pase del possedor del esférico.

Sin duda que tampoco es una selección perfecta, pero me ha sorprendido que tengan un nivel táctico tan bueno que les permita a sus jugadores rendir a muchísimo nivel. Quizás ante equipos que le den velocidad al juego y con mucha precisión en los últimos metros (Argentina, España o la misma Uruguay con futbolistas como Forlan o Luis Suárez que manejan tan bien la suerte del desmarque) puedan pasarlo mal debido a la gran cantidad de metros que dejan los defensores a sus espaldas.

De todas formas lo que pase de aquí en adelante, no puede empañar el gran papel del combinado africano.

El orden como sustento de las individualidades

Vaya Mundial este, muchas imprecisiones y una falta de velocidad en el juego alarmante. No sé si será el miedo a perder o el balón, total, metidos a buscar excusas. Un ejemplo es el Brasil-Costa de Marfil jugado esta noche. Entiendo que el principal problema es el desarrollo táctico del juego (el nivel técnico de los futbolistas está fuera de toda duda). Los equipos separan mucho el "momento" defensa del "momento" ataque cuando en realidad deberían ser partes de un mismo proceso. Esta separación les condiciona muchísimo el juego impidiéndoles jugar en campo contrario, y siendo las transiciones defensa-ataque lentísimas por la gran distancia entre líneas y respecto a la portería rival, y la mala ubicación en el terreno de juego de aquellos futbolistas que no participan en la fase defensiva.

Un buen ejemplo es Inglaterra que no termina de definir su juego; pareceque le de cierta "verguenza" jugar directo (no pelotazos) y se queda a mitad de camino, no transmitiendo nada en sus partidos y no sacando rendimiento al extraordinario nivel de sus jugadores(excepto la portería). Posiblemente con un juego más directo y agresivo conseguirian acercar más a la portería a sus jugadores claves (Rooney, Gerrard y Lampard), que es donde realmente rinden, y provocarían de esta forma jugar una buena parte de los partidos en los últimos 35 metros, aumentando de forma considerable sus opciones para crear situaciones de gol.