miércoles, 14 de julio de 2010

El triunfo de la posesión.


Son días de gloria para el fútbol español. Todo el mundo futbolístico ensalza el estilo del combinado español, estilo que ha sido el causante de que Casillas haya levantado la Copa del Mundo.

Sin duda el principio que sustenta el estilo de la Selección es su capacidad para conservar el balón. Pero no conservarlo como un fin en si mismo, sino como un medio para poder estar más cerca de la victoria. Jugadores como Alonso, Iniesta, Silva, Cesc, Busquets o el gran Xavi Hernández son el vehículo perfecto para llevar el concepto del juego combinativo a su zenit.

Como dije no se trata de utilizar la posesión de balón de forma inocúa a través de una sucesión de pases horizontales, sino todo lo contrario, utilizar la posesión como vía para progresar en el juego y crear ocasiones de gol. Para ello es necesario una ocupación racional de los espacios, dotando al equipo de amplitud y profundidad. En el caso de España la profundidad se la otorga el delantero centro (Villa, Torres o Llorente) fijando a los centrales para así crear un espacio a la espalda de los medios rivales. Este espacio creado a la espalda de los pivotes rivales será ocupado por futbolistas de segunda línea(Xavi, Iniesta,Silva, Pedro) siempre de forma dinámica, es decir, sin que exista un jugador que ocupe esa demarcación de forma fija para así evitar que pueda ser fijado por algún defensor rival y perder el factor sorpresa entre líneas. Con lo cual se produce un desorden organizado que posibilitará batir las líneas de los rivales creando numerosas líneas de pase. La amplitud a lo ancho también ha sido desarrollada con mucha inteligencia siempre teniendo los carriles ocupados, bien por el jugador que partía de banda, bien por el lateral ,sobre todo en el caso de Ramos. Otras de las claves de tener el balón de forma continuada es que permite al equipo recuperar el balón rápidamente, ya que la líneas permanecen juntas, y los recorridos para iniciar la presión son cortos. Y en este sentido Alonso y sobre todo Busquets han dado una lección de como interpretar las vigilancias y la presión rápida tras pérdida de balón anticipándose a las intenciones de los rivales. Ello unido a la concentración y buenos repliegues de los centrales y laterales han propiciado que los rivales no gozaran de muchas ocasiones a la contra. Y si todo este entramado falla, siempre queda Iker.

Sin duda que para poder desarrollar este tipo de juego es necesrio tener una circulación de pelota limpia y rápida. Y en este Mundial España no siempre ha podido dotar de velocidad y precisión a su juego. Es el problema de posicionarse, todo el mundo te conoce y tratará de que salgan a relucir tus defectos y minimizar tus virtudes. Selecciones que que han reducido los espacios a través de repliegues intensivos (posiblemente no tenían otra alternativa), presionando a los jugadores claves de la selección para intentar recuperar el balón en zonas que le permitiesen salir con espacios, aprovechar las jugadas a balón parado. Es es esos momentos, cuando no existen espacios para poder desarrollar tu juego cuando tienen que salir a relucir las individualidades. Un día el oportunismo de Villa, otro día Iker, otro la cabeza de Puyol, otro Andrés. Seguramente Portugal, Paraguay, Alemanía u Holanda no contaban con esto ni con el carácter competitivo y ganador de este grupo de futbolistas que hace que sean capaces de superar cualquier tipo de adversidad.

martes, 6 de julio de 2010

El precio del gol.


La posibilidad de firmar jugadores con buenos números de cara a gol suele llevar aparejada la necesidad de desembolsar una cantidad de dinero importante. No es fácil conseguir jugadores que te aseguren un número sustancial de goles a precio de saldo. Partiendo de esta premisa se hace muy difícil encontrar sentido a la marcha de Ángel y Airam del CD Tenerife. Ambos son un claro exponente de como un futbolista puede tener un idilio pemanente con el gol de forma innata.

Ángel Luis Rodríguez (La Laguna, 26/4/1987) ya fue descartado en alguna ocasión por la cadena de filiales del CD Tenerife. A ella volvió a base de goles. Desde su aparición en el primer equipo ha rentabilizado muy bien sus minutos, siendo determinate su aportación el año del ascenso. Sin duda que la presencia de Nino ha restado muchas opciones al canterano, pero su rol de revulsivo ha sido decisivo en muchos partidos. Es un futbolista que juega al límite, siempre atento a cualquier despiste de la zaga contraria. Desde su salto al fútbol profesional ha mejorado muchísimo el desmarque de ruptura, lo que le posibilita encarar al portero rival con frecuencia. En partidos donde existan espacios a la espalda del rival se muestra como un futbolista letal. Sin duda que puede mejorar en muchas facetas de su juego, como el juego de espalda a portería y el control de balón en carrera. A pesar de ello considero que con minutos y confianza puede superar la decena de goles en segunda división.

Airam López Cabrera (Puerto de la Cruz, 21/10/1987) sólo sabe marcar goles. Entiendo que es la única definición posible para un futbolista cuya trayectoria futbolística ha sido una carrera de obstáculos. Obstáculos que ha ido salvando gracias a que una parte importante de sus disparos con la pierna izquierda acaban entre los tres palos del equipo rival. Sus 27 goles de este año en el filial no han sido aval suficiente para atarle como patrimonio importante del club. No resulta sencillo buscarle aptitudes futbolísticas más allá de su habilidad para anotar goles, siempre atento a cualquier contingencia que suceda dentro del área.

A partir de ahora los goles de estos dos canteranos no tendrán como emplazamiento el Heliodoro Rodríguez López. Sólo el tiempo dirá el alcance de esta doble pérdida para el Club.


sábado, 3 de julio de 2010

La importancia del lateral en el fútbol actual.


Hasta no hace mucho tiempo desempeñar la función de lateral en un equipo de fútbol estaba reservado para los jugadores más limitados. La gloria quedaba guardada para los grandes centrocampistas de clase, y como no, para los delanteros unidos de forma natural con el gol.

La evolución del fútbol en el aspecto táctico, donde los equipo reducen muchísimo el espacio (gran densidad defensiva cerca del balón), sobre todo en zonas centrales, hacen que los jugadores que juegan por los costados sean imprescindibles para dotar al equipo de amplitud y profundidad. Además, en el caso de los laterales se une el factor sorpresa, incorporándose desde las líneas más retrasadas a las más adelantadas para participar en la elaboración y finalización del juego. Con lo cual su aportación a la progresión en el juego (acercar el balón a la portería del contrario) es vital, a través de buenos apoyos, paredes con los compañeros más cercanos y optimizando los desmarques de ruptura.

Sin duda, si hablamos de laterales se nos viene rápidamente a la cabeza jugadores como Dani Alves, Maicon o Roberto Carlos. Pero no es este el sentido de mi artículo, es decir, no trato de personalizar en futbolistas brillantes, sino destacar la importancia del buen lateral en el funcionamiento colectivo de un equipo de fútbol. Ejemplos más modestos de una buena interpretación del papel del lateral en un equipo lo encontramos en el Lorca de Emery, el Éibar de Mendilibar, el Villarreal de Pellegrini, la Roma de Spalletti y sobre todo el Arsenal.

Lógicamente los laterales forman parte de la línea defensiva de un equipo, lo que lleva aparejado necesariamente que conozcan y apliquen de forma correcta los fundamentos tácticos defensivos. No se puede ser un buen lateral sin manejar conceptos como la entrada, la temporización, el repliegue, el marcaje, la anticipación, vigilancias, coberturas, permutas o las basculaciones, que supone una acción táctica defensiva fundamental para un lateral, ya que mediante la reducción del espacio horizontal hacia la zona del balón se otorga de pleno equilibrio a la defensa y permite defender la portería de forma más eficaz en zonas cercanas a la misma. Con una buena basculación se impide la aparición de pases interiores que dejen a los contrarios de cara a nuestra portería, además de estrechar las marcas a los delanteros rivales, limitando que reciban el balón con espacios para maniobrar. A fin de cuenta en los últimos treinta metros de juegos cualquier acción que se realize ha de quedar subordinada a la defensa de nuestra portería, y no tanto a la recuperación del balón.

Destacando la importancia de una determinada posición en el terreno de juego, no se pretende infravalorar al resto de futbolistas. Al contrario, todos los futbolistas que saltan al terreno de juego tienen que conocer de forma adecuada los pricipios que le dan forma al juego de nuestro equipo, para así, a través de una buena interpretación de esos principos colectivos se puedan llevar al límite las virtudes individuales de cada jugador.