viernes, 8 de febrero de 2013

Fútbol:deporte casuístico.

Hace unos meses pude ver en televisión una entrevista al jugador del Levante, Barkero. En ella el jugador vasco relataba como su entrenador, Juan Ignacio Martínez, trató de plasmar durante  la pretemporada de su llegada al conjunto valenciano una idea de juego opuesta a la que tan buenos resultados le ha obsequiado durante su estadía en el banquillo granota. Su idea original era trasladar a su nuevo equipo las señas de identidad que se manifestaban en sus anteriores trabajos. No debe ser un secreto para los seguidores de la división de plata el juego alegre, con una clara inclinación de controlar los partidos a través de la posesión del balón de "su" Cartagena. Hasta que en el partido de presentación ante su público la realidad entró en conflicto con las intenciones del técnico. A los veinte minutos de partido perdían por dos goles a cero, a consecuencia de dos pérdidas de balón en zona de iniciación, con los centrales abiertos y los laterales evolucionados. Tras este partido, y según reconoce el propio Barkero, algunos jugadores con un peso importante dentro del plantel le trasladaron al técnico el clima de inseguridad que se estaba generando en el grupo. Esto supuso un punto de inflexión. Las consecuencias las conocemos todos.

Sirva este ejemplo como evidencia de que las sensibilidades del técnico deben quedar supeditadas a las posibilidades de los grandes protagonistas del juego, y las relaciones óptimas que puedan surgir entre ellos. No hay mejor entrenador que aquél que es capaz de conocer hasta las entrañas de sus jugadores, y a partir de de ahí velar porque se exponga sobre el verde lo que de ese conocimiento subyace. Es altamente complicado tratar cualquier circunstancia relativa al juego de una forma general y poder aplicar recetas universales allá por donde vamos. ¿Es posible tener unas pautas generales a cerca de cómo deben replegar tus jugadores, independientemente de que tus defensores sean Pepe y Ramos o Samuel y Cannavaro?, ¿se puede presionar tras pérdida, incluso si no tienes la suficiente densidad de jugadores propios cerca del lugar en la que se produjo?, ¿se puede jugar directo si ninguno de tus jugadores más adelantados domina la disputa aérea?, ¿puedes decir que Xabi Alonso no puede jugar como único pivote sin atender a lo que le rodea?.

Huir de simplezas y moralinas en pos de convertir a tus jugadores en el sustento de tu metodología e idea de juego es quizás el desafío más importante al que se enfrenta un técnico cuando asume un proyecto. Esta capacidad de adaptación requiere de una amplitud de miras importante, no es fácil ir en contra de modas y métodos supuestamente ganadores cuando los que escrutan tu trabajo son meros aficionados hechizados por las fórmulas exitosas.


martes, 5 de junio de 2012

El Tenerife de Quique.

                                              





Después de dos descensos consecutivos no era necesario ser muy avispado para saber que al CD Tenerife le esperaba un año durísimo, con una exigencia sólo comparable a la que tienen los mejores equipos del País, es decir, ser superior al rival en el marcador y en el juego. Entiéndase por juego ser protagonista del mismo,  teniendo como arma principal la posesión del balón. Es lo mínimo que esperaba una afición(10.000 espectadores de media)  desencantada, que en  gran parte no conocía la categoría de bronce. Lo cierto es que la demanda de una afición fiel, exigente y apasionada sólo se han podido satisfacer a medias. Desde el inicio del campeonato el equipo se instaló en lo alto de la tabla, pero los puntos conseguidos eran consecuencia de la capacidad individual para castigar errores rivales, y las actuaciones acertadísimas de Sergio Aragoneses. A partir de ahí se hacía complicado realizar un análisis sobre el estilo de juego del equipo. Ni Calderón, ni Tébar consiguieron dar una identidad concreta a la plantilla.

Teniendo en cuenta lo anterior y con la clasificación para las eliminatorias de ascenso en serio peligro se recurre a Quique Medina a cuatro jornadas del final. Quique, en el corto espacio de tiempo que ha tenido, y con el  objetivo del ascenso inalterado ha realizado un ejercicio de coherencia encomiable.

1- El contexto en el que se iban a desarrollar los partidos del Tenerife (sobre todo como local) estaba claro. Rivales que le cederían el espacio y el balón. Aún así en ningún momento se mostraron argumentos para poder superar las densas defensas rivales y acercarse con frecuencia al gol. En esta incapacidad se mezclan causas individuales y colectivas. La falta de un medio capaz de batir líneas rivales, unido a un funcionamiento global muy pobre fueron deteriorando la situación hasta el límite de llegar a las excusas irracionales de siempre: falta de actitud, de concentración, de intensidad....

2- Parece que Quique entendió rápido que el principal problema estaba en el desempeño en el césped. Ha optado por simplificar el juego, y para ello ha convertido en el epicentro al grancanario Aridane.Con el consigue saltarse la dos primeras líneas del equipo, que aguardan para otros menesteres. Él solo se basta para acercar al equipo a la portería contraria haciendo gala de su juego de espaldas. El resto de compañeros le rodea para aprovecharse de su trabajo. A partir de ahí se manifiestan las virtudes de sus compañeros, la técnica exquisita de Víctor Bravo, la verticalidad de Kike López y Perona; y los centros desde banda de Chechu. Este modelo le dio al equipo la posibilidad de quedar entre los cuatro primeros ( victorias ante Oviedo y Marino), y el pase de la primera eliminatoria ante el Badalona. A fin de cuentas jugar bien tiene que ver más con realizar lo necesario teniendo en cuenta los recursos y el contexto temporal, que con sensibilidades estéticas. El llevar el juego a los últimos 30  metros de campo ha hecho que en cuatro partidos se hayan creado más situaciones de gol que en el resto del año. Además esta forma de atacar condiciona la fase defensiva, ya que los repliegues del equipo se hacen en superioridad evitando posibles contras.

3- Esta apuesta determinada ha dejado por el camino a gente como Marcos Rodríguez, Ferrán Tacón o Luismi Loro, jugadores cuyas características no son propicias para este modelo de juego.

4- No hay mejor medicina para que un futbolista entre en confianza, que el equipo cuando salga al campo tenga un pensamiento único, es decir, que todos tengan conocimiento de los principios a desarrollar por el conjunto.Si es así aparecen como por arte de magia las famosas intensidad y concentración por arrastre. Y no al revés como defienden muchos.

5- Evidentemente lo recomendable es que la opción del juego directo sea una situación más a explotar y no se convierta en la solución única. Pero teniendo en cuenta el buen nivel actual de los jugadores llamados a explotarlo y el corto camino que nos queda, es razonable que se insista por ahí.



domingo, 12 de junio de 2011

NADAL.


"Lo que te hace ganar es querer ganar y querer hacer todo lo que toca para ganar. Querer trabajar cuando no te apetece. Saber aguantarte en los momentos complicados pensando que van a cambiar. Ser lo suficientemente tozudo para pensar que las cosas saldrán bien cuando no salen a la primera ni a la décima."

Son reflexiones de todo un campeón: Rafa Nadal. Es además un ejemplo vital a seguir. Dejo el enlace de la entrevista completa concedida al diario El País. Merece la pena.

miércoles, 14 de julio de 2010

El triunfo de la posesión.


Son días de gloria para el fútbol español. Todo el mundo futbolístico ensalza el estilo del combinado español, estilo que ha sido el causante de que Casillas haya levantado la Copa del Mundo.

Sin duda el principio que sustenta el estilo de la Selección es su capacidad para conservar el balón. Pero no conservarlo como un fin en si mismo, sino como un medio para poder estar más cerca de la victoria. Jugadores como Alonso, Iniesta, Silva, Cesc, Busquets o el gran Xavi Hernández son el vehículo perfecto para llevar el concepto del juego combinativo a su zenit.

Como dije no se trata de utilizar la posesión de balón de forma inocúa a través de una sucesión de pases horizontales, sino todo lo contrario, utilizar la posesión como vía para progresar en el juego y crear ocasiones de gol. Para ello es necesario una ocupación racional de los espacios, dotando al equipo de amplitud y profundidad. En el caso de España la profundidad se la otorga el delantero centro (Villa, Torres o Llorente) fijando a los centrales para así crear un espacio a la espalda de los medios rivales. Este espacio creado a la espalda de los pivotes rivales será ocupado por futbolistas de segunda línea(Xavi, Iniesta,Silva, Pedro) siempre de forma dinámica, es decir, sin que exista un jugador que ocupe esa demarcación de forma fija para así evitar que pueda ser fijado por algún defensor rival y perder el factor sorpresa entre líneas. Con lo cual se produce un desorden organizado que posibilitará batir las líneas de los rivales creando numerosas líneas de pase. La amplitud a lo ancho también ha sido desarrollada con mucha inteligencia siempre teniendo los carriles ocupados, bien por el jugador que partía de banda, bien por el lateral ,sobre todo en el caso de Ramos. Otras de las claves de tener el balón de forma continuada es que permite al equipo recuperar el balón rápidamente, ya que la líneas permanecen juntas, y los recorridos para iniciar la presión son cortos. Y en este sentido Alonso y sobre todo Busquets han dado una lección de como interpretar las vigilancias y la presión rápida tras pérdida de balón anticipándose a las intenciones de los rivales. Ello unido a la concentración y buenos repliegues de los centrales y laterales han propiciado que los rivales no gozaran de muchas ocasiones a la contra. Y si todo este entramado falla, siempre queda Iker.

Sin duda que para poder desarrollar este tipo de juego es necesrio tener una circulación de pelota limpia y rápida. Y en este Mundial España no siempre ha podido dotar de velocidad y precisión a su juego. Es el problema de posicionarse, todo el mundo te conoce y tratará de que salgan a relucir tus defectos y minimizar tus virtudes. Selecciones que que han reducido los espacios a través de repliegues intensivos (posiblemente no tenían otra alternativa), presionando a los jugadores claves de la selección para intentar recuperar el balón en zonas que le permitiesen salir con espacios, aprovechar las jugadas a balón parado. Es es esos momentos, cuando no existen espacios para poder desarrollar tu juego cuando tienen que salir a relucir las individualidades. Un día el oportunismo de Villa, otro día Iker, otro la cabeza de Puyol, otro Andrés. Seguramente Portugal, Paraguay, Alemanía u Holanda no contaban con esto ni con el carácter competitivo y ganador de este grupo de futbolistas que hace que sean capaces de superar cualquier tipo de adversidad.

martes, 6 de julio de 2010

El precio del gol.


La posibilidad de firmar jugadores con buenos números de cara a gol suele llevar aparejada la necesidad de desembolsar una cantidad de dinero importante. No es fácil conseguir jugadores que te aseguren un número sustancial de goles a precio de saldo. Partiendo de esta premisa se hace muy difícil encontrar sentido a la marcha de Ángel y Airam del CD Tenerife. Ambos son un claro exponente de como un futbolista puede tener un idilio pemanente con el gol de forma innata.

Ángel Luis Rodríguez (La Laguna, 26/4/1987) ya fue descartado en alguna ocasión por la cadena de filiales del CD Tenerife. A ella volvió a base de goles. Desde su aparición en el primer equipo ha rentabilizado muy bien sus minutos, siendo determinate su aportación el año del ascenso. Sin duda que la presencia de Nino ha restado muchas opciones al canterano, pero su rol de revulsivo ha sido decisivo en muchos partidos. Es un futbolista que juega al límite, siempre atento a cualquier despiste de la zaga contraria. Desde su salto al fútbol profesional ha mejorado muchísimo el desmarque de ruptura, lo que le posibilita encarar al portero rival con frecuencia. En partidos donde existan espacios a la espalda del rival se muestra como un futbolista letal. Sin duda que puede mejorar en muchas facetas de su juego, como el juego de espalda a portería y el control de balón en carrera. A pesar de ello considero que con minutos y confianza puede superar la decena de goles en segunda división.

Airam López Cabrera (Puerto de la Cruz, 21/10/1987) sólo sabe marcar goles. Entiendo que es la única definición posible para un futbolista cuya trayectoria futbolística ha sido una carrera de obstáculos. Obstáculos que ha ido salvando gracias a que una parte importante de sus disparos con la pierna izquierda acaban entre los tres palos del equipo rival. Sus 27 goles de este año en el filial no han sido aval suficiente para atarle como patrimonio importante del club. No resulta sencillo buscarle aptitudes futbolísticas más allá de su habilidad para anotar goles, siempre atento a cualquier contingencia que suceda dentro del área.

A partir de ahora los goles de estos dos canteranos no tendrán como emplazamiento el Heliodoro Rodríguez López. Sólo el tiempo dirá el alcance de esta doble pérdida para el Club.


sábado, 3 de julio de 2010

La importancia del lateral en el fútbol actual.


Hasta no hace mucho tiempo desempeñar la función de lateral en un equipo de fútbol estaba reservado para los jugadores más limitados. La gloria quedaba guardada para los grandes centrocampistas de clase, y como no, para los delanteros unidos de forma natural con el gol.

La evolución del fútbol en el aspecto táctico, donde los equipo reducen muchísimo el espacio (gran densidad defensiva cerca del balón), sobre todo en zonas centrales, hacen que los jugadores que juegan por los costados sean imprescindibles para dotar al equipo de amplitud y profundidad. Además, en el caso de los laterales se une el factor sorpresa, incorporándose desde las líneas más retrasadas a las más adelantadas para participar en la elaboración y finalización del juego. Con lo cual su aportación a la progresión en el juego (acercar el balón a la portería del contrario) es vital, a través de buenos apoyos, paredes con los compañeros más cercanos y optimizando los desmarques de ruptura.

Sin duda, si hablamos de laterales se nos viene rápidamente a la cabeza jugadores como Dani Alves, Maicon o Roberto Carlos. Pero no es este el sentido de mi artículo, es decir, no trato de personalizar en futbolistas brillantes, sino destacar la importancia del buen lateral en el funcionamiento colectivo de un equipo de fútbol. Ejemplos más modestos de una buena interpretación del papel del lateral en un equipo lo encontramos en el Lorca de Emery, el Éibar de Mendilibar, el Villarreal de Pellegrini, la Roma de Spalletti y sobre todo el Arsenal.

Lógicamente los laterales forman parte de la línea defensiva de un equipo, lo que lleva aparejado necesariamente que conozcan y apliquen de forma correcta los fundamentos tácticos defensivos. No se puede ser un buen lateral sin manejar conceptos como la entrada, la temporización, el repliegue, el marcaje, la anticipación, vigilancias, coberturas, permutas o las basculaciones, que supone una acción táctica defensiva fundamental para un lateral, ya que mediante la reducción del espacio horizontal hacia la zona del balón se otorga de pleno equilibrio a la defensa y permite defender la portería de forma más eficaz en zonas cercanas a la misma. Con una buena basculación se impide la aparición de pases interiores que dejen a los contrarios de cara a nuestra portería, además de estrechar las marcas a los delanteros rivales, limitando que reciban el balón con espacios para maniobrar. A fin de cuenta en los últimos treinta metros de juegos cualquier acción que se realize ha de quedar subordinada a la defensa de nuestra portería, y no tanto a la recuperación del balón.

Destacando la importancia de una determinada posición en el terreno de juego, no se pretende infravalorar al resto de futbolistas. Al contrario, todos los futbolistas que saltan al terreno de juego tienen que conocer de forma adecuada los pricipios que le dan forma al juego de nuestro equipo, para así, a través de una buena interpretación de esos principos colectivos se puedan llevar al límite las virtudes individuales de cada jugador.

miércoles, 30 de junio de 2010

Ricardo León: La Brújula





No lo tuvo fácil Ricardo para llegar a ser profesional del fútbol. Esto puede resultar sorprendente si atendemos a su rendimiento en estos últimos años. Fue David Amaral (padre futbolístico de la mayor parte de canteranos que se han asomado al primer equipo en estos últimos años) quien en la temporada 2005-2006 le dio el bastón de mando del primer equipo al canterano, justo en el límite de poder dar el salto al primer equipo siendo amateur, ya que contaba con 23 años. A partir de este momento no ha dejado de crecer como futbolísta y nadie en la isla discute la importancia de su concurso en el proyecto "Arconada", que debe ser el que nos devuelva a la élite.

Si atendemos exclusivamente a sus cualidades como jugador de fútbol, destaca por encima de cualquier otra su facilidad para dar salida al balón de forma limpia. Acostumbrados en estos últimos años a la figura del medio defensivo, capaces de recuperar balones con fácilidad, la misma facilidad que para perdelos; es un lujo poder tener a un jugador por delante de la defensa que domine la suerte del pase de forma tan eficiente, lo que permite al equipo batir líneas con sencillez. Su repertorio es bastante amplio, manejando todos los registros (pase corto, medio, largo, en horizontal, vertical..) dependiendo de las circunstancias. Es la misma inteligencia que le permite elegir el pase correcto atendiendo a lo que requiera el partido en cada momento, lo que le permite dotar al equipo de equilibrio en la fase defensiva a través de una buena ocupación de los espacios, siendo un notable recuperador de balones a pesar de no tener unas grandes condiciones físicas.

A su buenas condiciones para el manejo de balón, se debe unir su buen golpeo de balón, lo que le ha llevado a anotar goles de bellísima factura. Eso sí, este debe ser unos de sus aspectos a mejorar ya que no se prodiga en el tiro sobre portería todo lo que atendiendo a sus caraterísticas debería.

Con todo ello, Ricardo debe ser la brújula del nuevo proyecto blanquiazul, para desde el centro del campo guiar de nuevo al equipo hacia la primera división.